La actividad, guiada por la profesora Rosa Dueñas, permitió al alumnado aprender la estructura y las partes de la célula de una forma creativa y muy motivadora. Para la elaboración de las maquetas se utilizaron gominolas, bizcochos y tartas, transformando los orgánulos celulares en auténticas obras de arte… ¡comestibles!
Durante la exposición, los propios alumnos y alumnas explicaron el funcionamiento de cada parte de la célula a sus compañeros y compañeras, demostrando no solo lo aprendido, sino también un gran trabajo en equipo y mucha imaginación.
Y como broche final, tras la exposición, las maquetas fueron degustadas por sus creadores, cerrando la actividad con un momento divertido que hizo el aprendizaje aún más memorable.
Desde el centro queremos felicitar al alumnado de 1º de ESO y a su profesora por esta iniciativa tan dulce como educativa. ¡Aprender ciencia nunca fue tan sabroso!